viernes, 17 de diciembre de 2010

CUANDO EL INTERÉS PÚBLICO Y LA CONVENIENCIA NACIONAL SON REALES

En los últimos meses, un distrito de la Zona Norte del país ha pasado a ser el protagonista de celebraciones, razón de agradecimiento y símbolo de triunfo. Pero, ¿por qué esto? Quizás porque ha sido ejemplo de cómo todavía existen instituciones del Estado que no se dejan seducir por términos monetarios y que logran rescatarnos de las garras de adictos al dinero.
El pasado 24 de noviembre, el Tribunal Contencioso Administrativo canceló la concesión minera a Industrias Infinito, ubicada en el distrito de Cutris de San Carlos, por encontrar irregularidades en los permisos para extraer oro y por el daño ambiental generado al talar especies que se encontraban en veda.
Todo este cataclismo inició cuando el entonces presidente de la República, cuyo eslogan de campaña política y posteriormente de gobierno era “Paz con la naturaleza”, firmó un decreto ejecutivo en el que declaró la minería a cielo abierto de interés público y conveniencia nacional. Esta acción provocó que la mayoría nos preguntáramos: ¿Cómo un defensor de la naturaleza está a favor de una práctica netamente comercial y que no le interesa el ambiente en lo más mínimo? Recordemos que en este juego la billetera mata todo.
Esta devoción por el dinero no sólo provocó la tala de especies en veda, sino que en el pasado ha provocado derrumbes y abandono total del sector. Basta sólo con recordar el caso de Miramar, cabecera de un cantón de la provincia de Puntarenas, que no se pudo escapar de la seducción por unos dólares, dinero que no logró reponer la gran destrucción, abandono y contaminación que dejó la mina a su paso.
A tan sólo dos años de empezar el proceso de extracción, la tierra les hizo una mala jugada, pues sepultó todo el trabajo realizado en dos años y 300 mil onzas de oro, lo que generó, lo que no es de extrañarse, la salida prácticamente inmediata de los inversionistas y el abandono total de la zona.
Sin embargo, muchos quisieron seguir dándonos atolillo con el dedo, al tratar de vendernos la idea de que todo va a ser diferente con esta mina, cuando las situaciones son prácticamente iguales, pues el modelo de la mina de Crucitas es igual a la de Miramar. Aunado a esto, se encuentra el factor de alta pluviosidad de la zona, lo que podría generar una mayor sedimentación de materiales contaminantes hacia los ríos y mantos acuíferos, y el alto nivel sísmico, lo que nos hace pensar en nuevos derrumbes que sirvan de excusa para que los inversionistas abandonen la zona.
Y es que estos factores anteriormente planteados, no deberían ser tomados de manera aislada pues las repercusiones que pueden traernos son muy graves. Solo tomando en cuenta su ubicación con respecto al Río San Juan, a menos de 5 kilómetros de distancia, podríamos vernos envueltos en una demanda internacional al contaminar un río que está fuera del territorio nacional. Esta situación se ve acentuada por la gran pluviosidad de la zona, lo que hace seguro que sedimentos que salen de la zona de la mina vayan a dar a este río norteño.
Ahora, si nos vamos al grave daño que nos hubiera hecho a nosotros, a nuestro pueblo, a esa tierra que vio nacer a muchos de los que se aprovecharon los inversionistas para engañar y hacer creer que iban a generarles una mejor vida, nos damos cuenta que no hay ni una sola razón para arrepentirse por toda la lucha que se mantuvo.
Era muy caro el precio que se iba a tener que pagar por unos cincos y una lista interminable de promesas vacías, de castillos hechos con nubes, de sueños que quedaban exclusivamente en eso, en sueños.
Es por eso que hoy damos gracias a los que lucharon por ir en contra de aquellos que se hicieron llamar protectores de la patria, damos gracias a los que se olvidaron de sus intereses propios y lucharon por los de toda una nación no solo presente sino también futura, damos gracias a los que no se dejaron seducir por el dinero y el poder de una empresa extranjera, damos gracias a los que nos hicieron recordar la importancia de nuestro país y que estamos aquí para defenderla.
Este ha sido uno de los tantos capítulos de lucha de nuestra Costa Rica, luchas que hacen que nos enorgullezcamos de ser ticos y esperemos que esto sirva como ejemplo y motivación para continuar la lucha y nunca querer perder.

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